¿Quién carajos hace la cena?

Nota: No pretendo ser una experta en el tema, al contrario estoy aprendiendo… Sin embargo, escribo con el corazón abierto y de mi propia experiencia sin aras de ofender a nadie.

En mis múltiples clases de Equidad de Género he aprendido que mujeres y hombres deben tener igual acceso a las mismas oportunidades y ser tratados ambos con respeto. No solamente en el trabajo sino también en el hogar.

Lamentablemente tenemos mucho camino por recorrer y he descubierto que los roles impuestos por la sociedad siguen igual de arcaicos. Así que mi esperanza de trabajar en equipo para crear un hogar ha sido saboteada por: “la mujer es la que cocina y se hace cargo de la casa mientras el hombre provee”. Solución: Mamita si quiere libertad póngase a trabajar.

Pero en un hogar moderno donde ambas partes trabajan y ambos proveen, ¿Quién carajos hace la cena? Si tu respuesta fue obviamente la mujer, te respeto pero no comparto tu respuesta. Yo quiero formar un hogar donde juntos hacemos la cena, donde un día uno prepara la cena para el otro y viceversa, y no un hogar donde el peso de la cocina cae en una sola persona.

Todas las personas ocupamos comer pero no a todas nos gusta ni sabemos cocinar. Por motivos de supervivencia es importante aprender el arte de la cocina. Mi molestia es que a la mujer se le ha exigido cocinar; frases como: Mi hermano y su esposa comen mucho afuera porque se casó con una inútil que no puede cocinar… (Yo pienso: Los dos son un par de inútiles, o tal vez les gusta comer afuera); Al hombre se le llega al corazón por el estómago (Yo pienso: ¿Y a la mujer no? La mayoría queda idiotizada con los restaurantes caros a los que son invitadas… Entonces ¿A la mujer se le llega al corazón con la comida y su decoración?); Ya te podes casar porque podés cocinar. (Yo pienso: Los términos de referencia para el matrimonio incluye cocinar, mujer esa será tu responsabilidad de por vida, fácilmente te pueden despedir porque si no lo hacés bien hay muchas otras mujeres con esas habilidades ¿??¿?¿?); Hay que mandarla a un curso de cocina… (Yo pienso: ¿Por qué no van los dos a un curso de cocina, así ambos aprenden de sus gustos?).

Ahora no descarto que hay muchas mujeres que sí les gusta cocinar, y que logran balancear su trabajo de 8 a 5 y hacen la cena mientras sus esposos ven las noticias. Pero para las que no queremos ese tipo de vida, estamos luchando contra las expectativas de la sociedad. Expectativas que según mis clases de género ya no están tan marcadas. Mentiras, existen y están latentes. Y aclaro no estoy diciendo que no hay que agradarle al esposo. A mí me gusta, me gusta preparar una cena con amor, arreglar la mesa, que disfrute la comida y lavar los platos. Pero espero que sea reciprocó y que tengamos días en que lo hagamos juntos. No que sea mi obligación 24/7 365 días al año.

Yo he visto mujeres que aun cuando están enfermas se levantan, preparan la cena, lavan los platos y están contentas con que sus esposos no sepan ni siquiera preparar un té de manzanilla para que se sientan mejor. No es mi caso, y espero ser una voz rebelde que te ayude a pensar y crear el hogar que vos querrás y no el que la sociedad te está exigiendo.

Así que madres, hermanas, mujeres apoyémonos por crear una sociedad sin estereotipos de género, que se parezca a lo que dicen mis libros. Fomentemos que los hombres ayuden a preparar la cena y que a veces nos sorprendan con candelas y flores. Además si es siempre una persona la que cocina cómo va a aprender su pareja de sus gustos. ¿Cómo él va a ser capaz de cocinar algo que a mí me gusta?

Yo creo infinitamente que una de las bases grandes del matrimonio es prestarse mutuo apoyo como pareja. La próxima vez que pensés quién va hacer la cena, pensá en el hogar que estás construyendo y cómo te gustaría que tu futura hija o sobrina fuera tratada en su matrimonio.