Los saluda Jimena. Yo tengo un alma libre y decidí por eso perseguir mi sueño de convertirme en escritora. Para lograrlo me mudé a Los Ángeles, California para sacar mi maestría en guiones cinematográficos. Lograr y mantener este sueño ha sido más difícil de lo que me hubiera imaginado. Los gastos son incalculables, entre la matrícula, el transporte, la comida y el seguro médico, el dinero no ajusta. Por ende admito que vivo en bancarrota. No tengo ningún tipo de ingreso, pues no trabajo, y todos los trabajillos de medio tiempo que he encontrado son relacionados con sexo… Algo que ahora ya no me interesa.
Los escritores tienen unas cuantas tendencias que yo deseo contrarrestar. Una de ellas es, puesto que pasamos horas frente al ordenador y nos quitamos el estrés comiendo, que los escritores no solemos cuidar nuestra figura. Pues, ¡Basta! Yo necesito ser una gran escritora, ser saludable y mantener la línea. Pero yo no cuento con los ingresos para comprar comida orgánica, ir al gimnasio, mantener hábitos saludables, y seré sincera carezco de disciplina.
Y como su título lo indica, no tengo dinero y camino, deducción obvia… No tengo carro.
La idea de Caminando sin dinero
Mi querido novio ama la nieve y todo deporte que se haga fuera de la casa, este fin de semana anduvo snowboarding. Él se encuentra en la costa este— relación de lejos, es para #@€#€—, y aunque estemos lejos hemos logrado hacer que nuestra relación funcione. Una de nuestras costumbres favoritas es que cuando podemos, por la noche, nos contamos cómo nos fue en el día. Pues ese día que el muy campante anduvo en la Montaña Azul snowboarding me pregunta: ¿Y usted qué hizo?… Amargamente mi respuesta fue: NADA y el: “que mal, yo simplemente anduve en la montaña, con mis amigos, snowboarding”. La envidia me corroyó el corazón. Después de una amena charla dónde el hielo no solo era el tema pero una parte tenaz de mis palabras, la idea de caminando sin dinero surgió.
¿Qué es caminando sin dinero?
Una característica desesperante de Los Ángeles, para quienes no tenemos carro, es que TODO queda lejos, el transporte público es lento, hay mucho tráfico y para llegar de punto A hacia punto B suele ser muy complicado. Entonces como yo estoy sin dinero y necesito hacer ejercicio, lo deduje y la idea cobró vida. Caminaré por distintas calles de los Ángeles al mismo tiempo que hago ejercicio, tomaré fotografías y las compartiré con ustedes. Bienvenidos a caminando sin dinero.
Caminando sin dinero a Santa Mónica
Yo vivo alrededor de Vermont y Beverly. Es imposible caminar desde donde yo vivo hacia Santa Mónica. Aun así caminé un montón. Empecé tomando el bus de la ruta 16, este se suponía me conectaría con el bus 704 en Santa Monica/Avenida de las Estrellas. Esto no funcionó porque el bus de la ruta 16 se detuvo en Roberston/3. Por lo que camine desde Roberston/3 hasta Santa Mónica/Century Park East. Allí esperé el bus 704 por 10 minutos. Mi sorpresa fue que el bus 704 decidió que la parada Santa Monica/Sepulveda sería su última parada. Esto sucedió el primero de febrero de 2016, y estaba muy helado. Quedarme quieta no era una opción así que caminé 13 paradas para llegar a Santa Mónica/20. Mi siguiente destino era ver a mis compañeras en Broadway/18 de allí caminamos al muelle de Santa Mónica. Vean las fotos.